Realizamos una entrevista a Augusto Ruiz Zevallos, editor del libro Sociología de Lima de Joaquín Capelo y director de la Escuela de Historia de la Universidad Nacional Federico Villarreal
Por Anghel Espinoza
Augusto Ruiz Zevallos expuso sobre Joaquín Capelo y su Sociología de Lima como parte del Ciclo de Conferencias Virtuales Noviembre 2022 de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNFV, el miércoles 2 noviembre a las 6 de la tarde.
Ruiz habló sobre Joaquín Capelo, sociólogo, republicano e indigenista peruano, que desarrolló la primera investigación sociológica, una mezcla de lo descriptivo y empírico, de Lima. Este investigador poseía influencias teóricas diversas del positivismo de Herbert Spencer, Gottfried Leibniz sobre las tres unidades que componen todo: matemáticas, el átomo y el espíritu, Hegel acerca del poder de las ideas y Schopenhauer sobre el intelecto y la voluntad.
Para Capelo, como investigó Ruiz, Lima era una ciudad enferma que podría sanarse a través de nuevas ideas. Por lo que propuso soluciones como mejorar la relación entre hacendado y peón, una confianza mutua en que ambos se beneficiaran; políticas educativa; de la circulación, de las costumbres.
Sobre el espacio urbano refiere que estaba masculinizado, las esquinas estaban ocupadas por hombres y las mujeres salen con miedo a la calle. En ese sentido, Capelo exigía sanción y educación para proteger a sus hermanas y madres y educar. Para más detalles de la ponencia y de su investigación sobre Joaquín Capelo, Pluma Villana entrevistó al doctor en Ciencias Sociales, Augusto Ruiz Zevallos.
¿Cómo le llegó la invitación para ser ponente del ciclo de conferencias virtuales de la facultad de Sociales de la UNFV?
Todo empieza cuando la Universidad de San Marcos, exactamente del fondo editorial de San Marcos, decide reeditar el libro de Joaquín Capelo Sociología de Lima (publicado en cuatro tomos entre 1895 y 1902) , dentro de su colección clásicos sanmarquinos. Entonces, en esta segunda edición decidió que tuviera un estudio introductorio, el cual me encargó a mí, porque soy especialista del pensamiento político y del periodo republicano.
Entonces, es así que los colegas sociólogos y de varios lugares se enteraron de Capelo porque es un antecedente, un hito importante en su profesión. Es un ícono para los sociólogos que ellos mismos tenían olvidados. Y uno de los sociólogos interesados fue precisamente el doctor Raúl Porras Barnechea, profesor –y decano– de la facultad de Ciencias Sociales, me dijo que vio una entrevista que me hizo el portal Libros Peruanos en YouTube, que le había parecido interesante y que sería bueno dirigirme a los alumnos. Entonces me invitó a hablar sobre Joaquín Capelo y su libro.
Cuéntenos un poco de qué trata Sociología de Lima y qué perspectiva presentó Joaquín Capelo sobre Lima de finales del siglo 19.
Joaquín Capelo fue un hombre muy interesante por la diversidad de aspectos que tiene: una tesis sobre el cosmos y los cuerpos celestes (física y astronomía), estudió y se graduó como ingeniero por lo que se dedicó a la ingeniería de caminos, dictaba clases de álgebra en San Marcos y demostró mucho interés por la filosofía. Fue estudioso de Leibniz, de Schopenhauer y de Hegel sobre todo, en un momento de gran influencia de la teoría del positivismo de Herbert Spencer.
Además, Capelo se preocupó mucho por la población peruana: gente humilde, campesinos, obreros, artesanos y entre otras cosas, la alta mortalidad que hay en Lima. Esta fue una preocupación de otros especialistas también, sobre todo de médicos que respondían con una política de cerco sanitario para evitar o combatir las epidemias, que durante todo el siglo XIX y parte del principio del siglo XX eran muy frecuentes en el Perú. Es ahí donde Capelo ensayó una respuesta sociológica.
Estudió Lima, porque era donde más muertes había y también porque creía que Lima era el cerebro del Perú. Él estaba de acuerdo con que la mortalidad se produce por los contagios de enfermedades o por la débil constitución del organismo de gran número de personas en el Perú, en este caso en Lima. Ese problema tenía que ver con la poca generación de riqueza que hay en el Perú y, en particular, en Lima, ocasionada por las injusticias sociales y las instituciones que eran inadecuadas, porque hay ideas incorrectas. De tal manera, con un buen análisis y diagnóstico de la realidad del país, que permita corregir las injusticias y las ideas que desde la política del Estado y la vida cotidiana se aplican es que podríamos salir adelante como en la época de los incas. Capelo siempre miró con mucho respeto a los incas, por ejemplo decía que si ellos salieron adelante fue porque Manco Cápac encarnó las ideas correctas en ese momento y sacó adelante al imperio.
¿Capelo mencionó en algún punto el papel de la prensa o de los medios de información como una de las soluciones para Lima, una ciudad enferma que podía sanarse a través de nuevas ideas?
Sí, efectivamente. Capelo pensaba que, en general, el periodismo está alejado de la población. El periodismo lo veía como parte de la educación y consideraba que el sistema educativo en general no estaba funcionando de forma conveniente, porque no hablaba de los problemas de fondo que tenía el país y que generaban la pobreza. Y no educaban verdaderamente, instruían sí, no se puede negar, dice él, pero había que ir al fondo. Entonces, ahí fue donde, en particular la prensa era un medio que no está todavía a la altura de lo que se requería.
Y pensaba, por ejemplo, que el otro lado del problema era la gente no leía. No había mucha lectoría en el Perú y él creía que eso debe corregirse. La educación en los colegios debería estar orientada hacia el incentivo de la lectura. Si no se leía, la prensa no tenía mucha llegada. González Prada también creía lo mismo: hay que educar al obrero, el campesino y van a ver cómo se va a levantar. Entonces la prensa jugaba un papel importante en esta dirección.
¿Qué enfoque presenta Capelo en sus estudios con respecto a las mujeres, pues habla sobre el miedo de ellas a salir a la calle por un espacio urbano masculinizado, y qué propone sobre esta problemática que muchos dirían que sigue vigente?
«El tema de las mujeres siempre ha sido secundario, primero viene el problema del campesino o del proletariado, etc., y después ya nos ocuparemos de las mujeres». Ese era más o menos el planteamiento de las corrientes libertadoras, socialistas, apristas, anarquistas, etc. Pero Capelo no, él sorprendentemente estaba de acuerdo con los tiempos actuales. Y solamente que yo sepa en los tiempos actuales es que hay este planteamiento, esta preocupación por el espacio masculinizado. No sé si se están haciendo estudios sociológicos del tema en Perú, quizás sí, sé de países de América Latina, pero en todo caso Capelo es un buen antecedente.
Capelo buscaba una conciliación de clases sobre la base de la justicia. Siguiendo a Schopenhauer, que a su vez sigue a Aristóteles, creía que si bien es cierto, todos merecemos justicia, mayor justicia, la más urgente la merece la parte más débil. Y Capelo identificaba al más débil como los pobres. "Más justicia merece el pobre, porque el pan del pobre es lo más sagrado", eso es lo que decía. Dentro de ese eje había otro, que era el de género, que no lo desarrolló mucho, pero estaba ahí esbozado en esa preocupación por las agresiones que sufren las mujeres en la calle, donde damas, niñas y señoras son hostilizadas y acosadas con groserías por muchachos hombres.
Entonces, además de preocuparse por la explotación que sufrían indígenas por gamonales o trabajadores por ricos, estaba preocupándose por la injusticia que sufren las mujeres, ya no de los ricos ni de una clase social poderosa, sino de, en este caso de los hombres de los sectores populares, de muchachos vagos, muchachos sinvergüenza que agredían. Entonces, creo que él estaba abogando implícitamente por una democratización del espacio urbano para que ese espacio no sea solo de posición masculina, sino también femenina.
En ese mismo sentido, ¿considera que Capelo era adelantado a su tiempo o que arrastramos problemas sociales y de diversa índole desde el pasado?
Bueno, yo creo que él se adelantó en muchos aspectos a lo que va a venir después de los años 10. En primer lugar, su investigación sociológica abrió las puertas a un sinnúmero de investigaciones, ya más aplicadas sobre Lima, sobre la industria de Lima, sobre las razas en Lima, etc., que hicieron otros investigadores que eran más jóvenes que él, ya a principios de siglo. También que se adelantó a la posición antiimperialista de los años 20 de Haya de la Torre y de Mariátegui, pues Capelo en Sociología de Lima estaba preocupado tempranamente sobre este tema. No le llamó imperialismo, porque el concepto surgió después a principios del siglo XX en Rusia con Lenin, en Inglaterra con Hobson y varios otros teóricos. Ellos se dieron cuenta que aquí el capitalismo ha cambiado y había un fenómeno de traslado de capital fijo a la periferia de monopolios y eso fue lo que denuncia Capelo. El Estado permitía que estos monopolios abusen del país, de los recursos, de los consumidores, de los trabajadores y esto impedía que surja una industria nacional.
Para los tiempos actuales, se adelantó en el tema de género que hemos mencionado, el preocuparse por la justicia de género, no solamente la justicia social, que ya se había inaugurado un poco antes de Capelo con el Indigenismo de Gonzáles Prada y varios más que abogaban a favor del indio. Entonces, Capelo, un poco solamente se suma a esa prédica y la hace suya, por supuesto, y le pone mucho más acción y énfasis. Después, ya de Sociología de Lima, fundó la Sociedad Pro indígena, con Dora Mayer y Pedro Zulen.
También, pienso que es precursor de la sociología, porque para mí es el primer estudio que merece ese nombre de «sociología», de «estudio sociológico», porque lo que había antes eran investigaciones muy útiles, muy buenas, pero no eran estudios sociológicos. Entonces, y esta explicación teórica la hizo apoyándose no solamente en un estudio descriptivo de la realidad, sino en conceptos que elaboraron otros teóricos para entender bien cómo funciona la dinámica social.
En ese sentido, él recurre a Schopenhauer, a Spencer que estaba muy de moda en el Perú, en ese tiempo. Y también a Leibniz, y a Hegel para entender bien la realidad. Por ello, debo decir que también es un antecedente para los sociólogos actuales, porque él no se ciñó a un solo marco teórico, o sea, un solo autor, que es lo que hacían casi todos los sociólogos que siguieron a Capelo hasta los tiempos recientes. Por ejemplo, se ponía de moda el marxismo y todos comenzaban a seguir los conceptos marxistas para entender la realidad y se olvidaban de todo lo demás, y en los años 90, ante la crisis del marxismo, los sociólogos veían otros marcos teóricos, pero cometiendo a veces el mismo error apoyándose en Michel Foucault, en Pierre Bourdieu o cualquier otro. En cambio, Capelo no era siervo de ninguna teoría en particular. En ese sentido, creo que es un precursor para lo que ahora están haciendo los jóvenes sociólogos.
“Quien no conoce su historia está condenado a repetirla”, ¿qué aportes o enseñanzas, nos señala Capelo acerca de Lima de antaño, que podríamos aplicar a la política actual y a nuestra sociedad?
Hay algunas ideas que me parecen que son vigentes, como la de considerar un problema social como algo que puede ser una enfermedad. Esta idea no fue solamente de Capelo, sino también de Gonzáles Prada: “Donde se pone el dedo, salta la pus”, como un organismo putrefacto. Entonces, creo que esas ideas Capelo las sistematizó mejor, porque él creía que la sociedad era como un organismo, piensa que Lima es la cabeza, el cerebro. Entonces este era un organismo enfermo por todos lados y había que curarlo. Él se consideraba el médico de la sociedad. Eso me parece que está más vigente que nunca. Nuestra sociedad es una sociedad enferma, mucho más de la que vivió Capelo en su tiempo, porque ahora sí tenemos conciencia de que hay una enfermedad mental muy grande, una enfermedad emocional terrible, de crisis de ideas, de valores. Y la crisis de valores lleva al aumento de psicópatas, o sea, de gente que no distingue el bien y el mal. Los psicópatas no se consideran legalmente enfermos mentales, por eso van a la cárcel. Pero para lo que tratamos de entender, no podemos dejar de considerar que su incremento tiene que ver con la situación de insalubridad moral y psíquica de nuestras poblaciones.
Yo creo que en el Perú se está llenando de eso, en la política, sobre todo y en general en las poblaciones, la cantidad de feminicidios, la forma cómo nos relacionamos los peruanos, las personas. Todo ello está hablando de un problema emocional tremendo. Aumentan día a día los casos de depresión infantil, depresión adolescente y juvenil, más que antes con toda seguridad. Entonces, estamos en una situación de una sociedad enferma. Y yo creo que mucho ayudaría que así como Capelo se preocupó mucho por el sistema educativo, nos preocupemos por eso y por los medios de comunicación.
Creo que Capelo recomendaría, de repente estoy abusando tratando de forzar lo que diría, pero le preocuparía la gran libertad con que se hace excesiva publicidad hacia productos (con mucha azúcar como gaseosas o grasas saturadas) que terminan dañando la salud de las personas. En todo caso, siguiendo lo que dijo, deberíamos preocuparnos por cosas de ese tipo que solamente sirven para enriquecer a los grandes grupos económicos a costa de la salud de las personas, de la vida de las personas, porque están matando a la gente.
Otro tema sería la falta de contenidos educativos suficientes en los medios de comunicación justificado por ellos porque la gente busca programas de excesivo entretenimiento, pero podría autocontrolarse. Quizás Capelo, no estaría de acuerdo con medidas intervencionistas, porque pensaba en que debería desarrollarse una batalla por las ideas en el terreno de la opinión pública. Entonces, siguiendo su legado, deberíamos hacer una batalla en el seno de la opinión pública por este tipo de campañas, de hechos. Tendríamos que hacerle ver a la gente que nuestra sociedad puede corregirse, por el lado de si los medios de comunicación y la educación apuntan a otra dirección. Creo que esas serían las lecciones que nos deja Capelo.
Libro de sociólogo peruano fue reeditado
Sociología de Lima, libro publicado por el sociólogo peruano Joaquín Capelo, fue reeditado por el Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, sumándose a su colección Clásicos Sanmarquinos. El docente e historiador Augusto Ruiz Zevallos se encargó de la edición y el estudio preliminar.
¿Quién es Augusto Ruiz Zevallos?
Augusto Ruiz Zevallos es licenciado en Historia por la Universidad Nacional Federico Villarreal, magíster en Historia por la Pontificia Universidad Católica del Perú y doctor en Ciencias Sociales por la Universidad Nacional Federico Villarreal.
Es investigador, así como docente universitario y actual director de la escuela de Historia de la UNFV. Entre sus libros podemos mencionar Psiquiatras y locos, Perú 1850-1930, La Multitud, las subsistencias y el trabajo, Lima 1890 - 1920 y Buscando un Centro.
Recientemente ha sido editor académico de la reedición del libro de Joaquín Capelo, Sociología de Lima, publicado originalmente en 1896.
También, ha publicado estudios sobre Flores Galindo, García Calderón, José Carlos Mariátegui y Pablo Macera. Y fue profesor en la Universidad de Burdeos, Francia y conferencista invitado en la República de Taiwán.
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