top of page

Peruanos celebran Día de Todos los Santos tras dos años de restricción por la Covid-19

Miles de personas acudieron a los cementerios para visitar la tumba de su ser querido.


Excepcional: El horario de atención del cementerio El Ángel fue de 07:00 a.m. a 06:00 p.m.


Por: Raquel Córtez


Las flores artificiales se han vuelto el adorno predilecto y obligatorio en algunos cementerios de Lima, un presente que significa el cariño y nostalgia de las familias hacia su finado. Algunas familias llevan orquestas para bailar y cantar a lado del fenecido, otros optan por sentarse a conversar y recordarlo, algunos siguen con el dolor palpable, por lo que lloran y abrazan la tumba de su ser querido.


Cada primero de noviembre miles de peruanos visitan los diversos camposantos de su ciudad para recordar a sus seres queridos, quienes ya no están presentes físicamente entre nosotros. Los parroquianos acuden con diversas ofrendas, en su mayoría, con flores, rosas, velas, en memoria a todas aquellas personas que formaron parte importante en nuestras vidas.


Tras dos años de restricción por la Covid-19, cientos de personas visitaron la tumba de su ser querido, en el marco de Día de Todos los Santos, los regalos más comunes fueron las flores artificiales, la cuales se han vuelto una obligación en algunos camposantos, pues a raíz del virus las exigencias higiénicas se volvieron más estrictas.

Asimismo, las velas ya no son parte de las ofrendas, ya que el fuego con la cera deteriora la lápida de la tumba, según asegura el cuartelero del cementerio El Ángel en el Agustino, quien también indicó que se le hace más fácil la limpieza. No obstante, en otros lugares siguen con las tradicionales flores naturales y velas, como los cementerios de Manchay y San Juan de Lurigancho.


Por otro lado, Pluma Villana recorrió el cementerio El Ángel, donde conoció a Julia y Grace, mujeres con historias diferentes, pero marcadas por el recuerdo de su ser querido.


Julia Chávez


Luego de 13 años de búsqueda imparable por todos los camposantos de la ciudad, logró encontrar el nicho de su abuelita María, quien se ubica en uno de los pabellones del cementerio el Ángel, en El Agustino. Ella relata que en el 2009 tomó la decisión de ir a buscar a su abuela, pese a que nunca tuvo la oportunidad de conocerla en vida, solo bastaron las historias que su mamá le contaba para sentirse en la obligación de ir a conocerla. A sus más de 50 años de edad, y siendo la única nieta, Julia siente que tiene una deuda con su abuela María, pues alude que el almita de la finada la acompaña en todo momento.


Grace Salas

Con lágrimas y sollozando encontramos a Grace Salas, de 28 años, quien nos cuenta que hace cinco meses su mamá falleció a causa de un paro respiratorio. El dolor que siente es inigualable, no hay palabras de consuelo para aliviar dicha pérdida. Ella comenta que ahora se encuentra sola, pues su padre se dedicó al alcohol y sus dos hermanos andan por la mala vida. Grace dice que la razón por la cual es fuerte y sigue adelante es por su perrito Avelino, un cachorrito que le viene acompañando por más de 5 años, además fue un regalo de su fenecida madre.

2 visualizaciones0 comentarios

Comments


bottom of page